Tener un servidor en la nube es muy fácil y barato, solo basta contratar una instancia por el tiempo que lo necesitemos, y luego destruirlo si ya no lo necesitamos. Hace unos años atrás, cuando no existía AWS de Amazon ni menos DigitalOcean, la cosa era mucho más complicada y cara, la nube como concepto o servicio no existía, todo se regía por grandes y largos contratos, no existía la posibilidad del pago por hora por este tipo de servicio.